El sacramento católico de la Unción de los Enfermos, anteriormente conocido como Extrema Unción o Extrema Unción, es un ritual de curación apropiado no sólo para las enfermedades físicas sino también para las mentales y espirituales.

¿Cuándo se debe recibir la Unción de los Enfermos?

Aunque el sacramento comenzó como un ritual de curación, con el tiempo el énfasis pasó al perdón de los pecados en el lecho de muerte, cuando ese perdón sería la preparación final para el cielo. El Concilio Vaticano Segundo devolvió el significado original al sacramento al enfatizar que no es sólo para aquellos que están al borde de la muerte, sino para cualquier persona que esté gravemente enferma, incluidas las enfermedades mentales o espirituales. También ayudó a que la Unción dejara de ser un servicio privado y volviera a ser un servicio comunitario.

Hoy todos somos conscientes de que las tensiones, el miedo y la ansiedad por el futuro afectan no sólo a nuestra mente sino también a nuestro cuerpo. Estas enfermedades pueden ser graves. Pueden movernos a pedir el toque sanador de Cristo en el Sacramento de la Unción. Se pueden ungir personas con la enfermedad del alcoholismo o personas que padecen otras adicciones. También pueden hacerlo quienes padecen diversos trastornos mentales. La ansiedad previa a la cirugía es una situación en la que se puede invocar el poder de Cristo en el sacramento. En estos casos la persona no tiene que esperar hasta que la enfermedad sea tan grave que esté en el hospital o institucionalizada para celebrar el sacramento. Después de todo, los sacramentos son celebraciones comunitarias. Es preferible celebrarlos en el contexto familiar y parroquial incluso antes de acudir al hospital. La persona enferma tiene una mejor oportunidad de apreciar las oraciones y los símbolos del rito cuando se encuentra en su comunidad de culto habitual.

Para programar una cita para ser ungido, comuníquese con el P. Dick Hayatsu en la Oficina Parroquial al 206 242-4575 o en caso de emergencia llame al 206